21 ago 2011

Juegos: psicomotricidad gruesa en bebés de 6-12 meses

La evolución en las capacidades motrices de nuestro bebé se hacen marcadamente evidentes a partir de los seis meses de vida: es capaz de pasar de boca arriba a boca abajo y vuelta a boca arriba sin ningún problema, sentado sin apoyo mantiene su espalda bien recta, pasa de sentado a cuatro patas, puede que tendido en el suelo se arrastre (hacia atrás o hacia adelante), ¡gatea!, asiéndose del sillón se incorpora, da sus primeros pasos de lado agarrado a un mueble, y quizás antes de cumplir el año, ande sin ayuda.

Gracias a los juegos y los estímulos que el bebé recibe, va conociendo mejor su cuerpo. Meses atrás ni siquiera sabía que podía mover sus brazos y piernas. Ahora va experimentando que su cuerpo se mueve por sí mismo, aunque debe practicar mucho para controlar sus movimientos.

En esta etapa es importante que le permitamos experimentar ¡a riesgo de que reciba un pequeño coscorrón! Siempre evaluando los posibles efectos adversos (no es lo mismo que se caiga de un 4º escalón a que estando a gatas por primera vez le fallen los brazos y se golpee la frente) apoyémosle en sus avances. Las pequeñas frustraciones le permiten conquistar nuevas metas, además de sentir la alegría interna de haber alcanzado un objetivo.

Desde los 4-5 meses el bebé debería estar la mayor parte del tiempo en el suelo (si es invierno se puede colocar una colchoneta bajo la manta de juegos; si hace mucho frío se coloca otra manta). Sólo así será capaz de alcanzar hitos como el volteo, el giro o el gateo. Si pasa la mayor parte del tiempo en su cuna, hamaca y carrito, será bastante más complicado (si no imposible) que consiga alcanzar dichas habilidades. Y una vez que gatee es importante que se le permite hacerlo la mayor parte del tiempo: los bebés que no gatean suelen retrasarse en su desarrollo, especialmente en el visual.

1.Rodar. El giro de boca arriba a boca abajo constituye un hito en el desarrollo motor del bebé. Entre el 6º y 8º mes pueden hacerlo en su jugueteo diario, si bien antes suele ocurrir de vez en cuando sin intencionalidad. Favorece este movimiento cuando estando el bebé boca arriba colocas un juguete a la altura de su cabeza, a uno de sus lados. Él girará su cabeza hacia el objeto y cruzará el brazo del otro lado para alcanzarlo por lo que ese impulso provocará que termine boca abajo. Si se queda de lado y no termina de rodar, puedes ayudarle empujando levemente sobre la cintura.

2.Abdominales con los aros
Alrededor de los seis meses será capaz de pasar de tendido a sentado y seguidamente a de pie si colocas tus dedos en sus palmas cuando está tendido en el boca arriba.
Coloca al bebé tendido sobre una superficie blanda y tú de rodillas delante de él. Ofrécele dos pulseras grandes que pueda asir, una en cada mano. Cuando las sujete con firmeza tira de ellas hacia ti hasta que se siente. Pon atención en que tus rodillas no hagan tope con sus pies. Seguidamente tira de nuevo de las pulseras hacia ti hasta conseguir que quede de pie. En esta posición se sentirá muy feliz (las cosas se ven de otra manera desde aquí) y probablemente de saltos de alegría. Después de un par de segundos (no más) lleva los aros hacia atrás para que vuelva a su posición de sentado y seguidamente a tendido. El movimiento de subida y bajada debe ser continuado.
Para que este juego sea efectivo y consiga fortalecer sus abdominales y brazos (necesarios para el gateo) es necesario que te fijes en varias cosas: el bebé debe mantener la cabeza alineada con la espalda (no debe estar colgada hacia atrás), doblar sus brazos por los codos y elevar sus piernas. Si no es así, en vez de pulseras puedes introducir tus dedos en sus puños. Ten en cuenta que bajar es más difícil que subir, por lo que tu bebé puede subir sin problemas y protestar en la bajada.

3.Sentado sobre la pelota (4 meses)
Sienta al bebé sobre el balón poniendo tus manos alrededor de su pecho (si mantiene su espalda recta puedes sostenerlo por las caderas). Los pies no deben llegar al suelo. Balancéalo hacia adelante, detrás, hacia un lado, hacia el otro y en círculo. A esta edad les gusta un ritmo no demasiado lento, ajústalo a su capacidad de mantener el equilibrio. Le puedes dar un sonajero para que lo mueva al ritmo del balanceo.
Este juego trabaja el sistema vestibular, coordinación ojo-mano-boca y la musculatura dorsal. 

4.Había una vez un avión
Siéntate y con las dos manos agarra al bebé debajo de las axilas, de modo que tus pulgares queden en su pecho y el bebé mirando hacia ti. Despégalo del suelo y levántalo hasta que su cara esté frente a la tuya. Sonríele, háblale o cántale “había una vez un avión, que siempre quería volar y subía y bajaba y subía y bajaba y al cielo quería llegar…”. Muévelo de derecha a izquierda, con movimientos amplios y luego de abajo hacia arriba. A esta edad les empieza a gustar los balanceos en el aire relativamente intensos. Cuanto más mayor sea más disfrutará con este juego y puedes ampliar el ángulo de inclinación hacia ambos lados y elevarlo ¡más hacia arriba!
Es un juego que favorece el desarrollo del sistema límbico debido al movimiento de balanceo, además de que deben coordinar los ojos y enfocarlos en movimiento arriba-abajo y hacia los lados.

5.Escalando obstáculos
Mamá y papá se sientan en el suelo uno frente al otro, abriendo sus piernas y juntando los pies. Se forma un recinto cerrado en el interior que vuestro bebe debe atravesar como si fueran montañas. Coloca a tu bebé fuera a uno de tus lados, ofrécele juguetes desde dentro y estimula que avance sobre una de tus piernas. Si consigue apoyar sus brazos y pecho sobre tu pierna, puedes ayudarle empujando levemente desde su culito, teniendo en cuenta que tenga la suficiente fuerza en sus brazos como para mantenerse sobre ellas y no caer hacia adelante.

6.Carrera a gatas
Una vez que empiece a gatear, favorece este acto cada vez que puedas. Déjalo en el suelo la mayor parte del tiempo y permite que investigue no sólo su alrededor, sino qué cosas nuevas puede hacer su cuerpo ¡ahora que parece que se mueve solo!. El gateo influye de manera decisiva en la visión, la audición, la conexión de los hemisferios cerebrales, el sistema nervioso y la percepción de su propio cuerpo.
Juega con él a hacer carreras a gatas, se lo pasará en grande y  reirá a carcajadas, sobre todo y añades el efecto cucutás y de vez en cuando te escondes (déjale que te vea un poco, ya sea porque estás detrás de una cortina semi-transparente o porque ve la mitad de tu cuerpo tras el sofá) y preguntas en voz alta dónde está tu precioso niño. Gatea por debajo de la mesa y sorteando obstáculos.

7. Me pongo de pie
Alrededor de los 7 meses puede ser capaz de incorporarse agarrándose a un mueble o sofá, aunque todavía no haya empezado a gatear. Primero quedará de rodillas, días o pocas semanas después se incorporará sobre sus piernas. Desde ahí aprenderá a manejar objetos sin perder el equilibrio. Un poco más adelante será suficiente con una pared lisa para impulsarse y quedar de pie. A los 10 meses aproximadamente puede iniciar sus primeros pasos laterales agarrado a sofá. Para llevarlo andando agarrado de nuestras manos no es suficiente con que el bebé quiera ponerse de pie, esperemos a que él ande por sí mismo.
Para favorecer que se ponga de pie podemos colocar juguetes interesantes en el filo del sofá y estimularlo a que se agarre e incorpore. Más tarde pegamos pegatinas de gran tamaño sobre la pared para estimularlo a que se incorpore apoyándose en la pared.

8. Subiendo un escalón
Si tienes la suerte de tener escaleras en casa puedes enseñarle a subir un escalón, estando tú siempre a su lado. También puedes fabricar una superficie elevada con dos taburetes bajos (10cm), una tabla de madera (40x90cm) y antideslizantes; acércala a la pared o a una esquina.
Antes de dominar el gateo, tu utilizará el escalón simplemente para apoyarse y erguirse, aunque quizás intente elevar una pierna. Una vez lo domine, observa cómo adapta su gateo cuando intenta sobrepasar una pequeña superficie elevada (como por ejemplo, el marco inferior de la puerta de la terraza). Al principio elevará el culete y estirará las piernas para no tropezar; más tarde gateará normalmente sorteando el obstáculo. Estimúlale a subir un escalón colocando su juguete favorito sobre él: apoyará las dos manos, subirá una pierna y luego la otra. Ahora hay que enseñarle a bajar de forma segura.

9. Bajando del sofá
Desde que tu bebé sabe mantenerse erguido sobre sus piernas agarrado al filo del sofá, es bueno que le enseñemos a bajarse de forma segura.  Cada vez que le cambies el pañal sobre la cama (si duermes con él puedes hacerlo cada vez que os levantéis por la mañana) dile “ahora te voy a mostrar cómo bajarte de la cama”: lo colocas en posición a gatas de forma que las piernas las vas acercando al filo de la cama, al llegar agárralo de las caderas y suavemente lo bajas por el filo de la cama, ahora quedará de pie. Gracias a este juego empezará a integrar este importante movimiento y observa cómo pocas veces intentará bajarse de cabeza. A los 11  meses podrá bajarse sólo de un sofá de baja altura.

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Montserrat Reyes

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