30 ago 2011

De vacaciones con mi hijo de 24 meses ¿qué juegos nos llevamos?

Nos vamos de vacaciones durante tres semanas. Hay que calcular bien qué nos llevamos porque las aerolíneas te cobran por cada gramo de sobrepeso. Lo más importante es la ropa, considerando que nos vamos a un país donde la temperatura media en verano son 20 grados... y el paraguas también lo incluimos. ¿Qué juguetes elegimos para mi hijo? Le pregunto y responde "shi" a todo, así que opto por echarle los que últimamente utiliza a todas horas: su motito amarilla y su avión, además de un cuentito de Pocoyó.

Llegamos a nuestro destino. Leo se entretiene con todo,  principalmente con cada rincón del apartamento donde nos alojamos. La motito no la veo casi desde el día que llegamos. El avión deja de emitir su sonidito de despeGue porque lo echó a la bañera llena. Al cuento le desaparecieron tres hojas. Decido comprarle algunos juegos adecuados a su etapa evolutiva y encuentro uno que estuvimos a punto de fabricar para el Taller de Juegos, pero éste lo encuentro ideal :

1. Pescando todo tipo de peces.
Consta de un recipiente cuadrado de madera con un dibujo del fondo del mar en la base de su superficie interna. Y dentro unos peces de madera con un pequeño trozo de hierro en medio. Una especie de caña de pescar con un imán en el extremo de la cuerda.  La fauna marina incluye: una foca, un cangrejo, un delfín, una ballena, un pez (inespecífico), un tiburón y una estrella de mar.

Es la primera vez que se lo presento. Le muestro cómo se juega. Al principio agarra directamente el extremo-imán de la cuerda e intenta penetrarlo en los animales marinos. "Suave, suave, sólo apóyalo".  En sucesivos intentos va dominado el arte de sostener la caña y desde ahí dirigir la cuerda para "pescar" cualquier pez. Siempre los vamos nombrando. Al principio pescaba uno y lo nombrábamos. Ahora lo nombramos y luego lo pesca.

2. Lego.
Paseando por la ciudad encontramos un LegoLand.  Entramos emocionados y le compro un juego de pocas piezas y grandes, parecido a uno que nos regalaron. No pasa nada, menos mal que es Lego y podemos unir cuantas piezas queramos, qué suerte.  Como en casa Leo se entretiene en hacer torres, no se le da mal, una sobre otra y otra y otra.
Le fabrico un avión y juego a hacerlo volar. Todavía no se interesa por intentar montar un muro ya que necesita unir piezas en horizontal... es demasiado pequeño para eso, aunque pronto empezará a colocar cubos uno detrás de otros y formar un tren. Y bien, como sabe nombrar los colores, pero todavía le cuesta identificarlos,  jugamos a amontonarlos por colores. Además, a esta edad, si bien saben nombrar los números (del 1 al 10 o más) sólo entienden los conceptos de 1 y muchos.

3. Libro-puzle
 
A Leo le gustan mucho los puzles. Encontré un cuento donde se debían encajar distintos animales en su página correspondiente: la página de las vacas (dos dibujadas y dos huecos), la de los cerditos (tres dibujados y dos huecos), la de los patos (dos dibujados y dos huecos libres)  y la de las ovejas (tres dibujadas y dos huecos). Los huecos no tenían su animal dibujado debajo, lo que dificulta su localización y posicionamiento.

Este tipo de cuento-puzle también promueve el entendimiento de la "clasificación": cada animal va con su grupo de animales que son iguales. Nombrarle los animales y expresar los sonidos que emiten es algo que todos los padres hacemos. Y finalmente cada página describe los nombres de éstos.

4. Emparejando
Finalmente no pude resistir comprar este último juego, si bien lo tengo en casa (hecho por mí). Lo utilizaré para los Grupos de Juegos. Son parejas de dibujos hechos en madera: se guardan en un estuche de madera, como el dominó, muy coqueto. Cuando empecé a jugar con Leo hace 3 meses sólo utilizaba 3 ó 4 parejas con dibujos relacionados con su vida y que pudiera identificar: el gato (de vecino), el sapo (Pepe de CantaJuego), la moto (del tito) y la pelota (nuestra pelota). 1. Le mostraba cada dibujo y le pedía que me los nombrara. 2.Yo los iba colocando uno al lado del otro. 3. Luego volvía a sacarlos en el mismo orden, le pedía que los nombrara y que los colocara bajo el dibujo que fuera igual. Y así durante varios días.
Con el tiempo le enseño unos diez dibujos cada vez (cada día los cambio) y le muestro las parejas en distinto orden... algunas veces le muestro uno que no tiene pareja y se lo queda en la mano esperando a ver si aparece.

5. Ceras de colores y folios.
Esto no podía faltar, debería haberlos incluido en la maleta. No son difíciles de encontrar ni caros. Unos colores y unas hojas siempre deberían estar a su alcance. Sin embargo, lo mejor sería colocar un papel continuo en una pared de la casa y permitir que pinte todo lo que quiera: siempre dentro de los límites del papel. También se pueden colocar pegatinas sobre él y formar un dibujo.




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Montserrat Reyes




1 comentario:

  1. excelente blog.

    les invitamos a leer el nuestro:

    https://blogangidetodo.wordpress.com/2015/07/05/tarde-de-parillada/

    gracias

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