Cerca de su primer cumpleaños los bebés dominan con destreza
sacar y meter objetos de recipientes cada vez más pequeños (juego de
continente-contenido). Seguro has sufrido su predilección por vaciar
tus cajones y volver a llenarlos a su manera. Quizás ahora también se
entretiene en jugar con tu bolsita de maquillaje. Entrenan la “relajación
prensil”, es decir, soltar objetos en el lugar deseado en el momento preciso: y
ahora podrán hacer torres. Al principio sólo serán torres de dos cubos y mejor
si el de abajo es de mayor tamaño. A lo
largo de los meses observarás que con entrenamiento logra hacer una torre de 3
cubos de 1cm cuadrado (alrededor de los 18 meses). Y hay más habilidades
manuales que podemos fomentar:
1.
Puzle
de tres piezas: círculo, cuadrado, triángulo.
Entre los 12-15 meses se pueden introducir puzles
simples. Si ofrecen los tres colores primarios, mucho mejor: rojo, amarillo,
azul. Empecemos dándole sólo una pieza y dejando las otras dos colocadas. El
círculo es el más fácil ya que encaja en cualquier postura. Más adelante podéis
darle dos piezas y así practicará la diferencia entre ambas al intentar
colocarlas. Vuestro hijo irá marcando la evolución de este juego.
2.
Insertar
piezas tridimensionales.
Se trata del juego clásico que consiste en una caja
con orificios de distintas formas (cuadrado, triángulo, círculo) sobre la
tapadera. Empecemos por las que no tienen orificios en sus lados, sólo sobre la
tapadera, y que éstos sean simples (dejar para más adelante las formas de
estrellas, trapecios, pentágonos…). Como en el juego anterior, si hace falta
tapamos los orificios erróneos y ofrezcámosle sólo el adecuado a la figura que
tiene. Otra posibilidad es tomar piezas de otros juegos, quizás más pequeñas y
que quepan en los tres orificios.
3.
Continente-contenido.
SI le ofrecemos un cuenco pequeño (de plástico) con
objetos pequeños dentro (una castaña, una pelotita, una mandarina…) se
entretendrá en sacar y meter. Si le das otro cuenco, ahora vacío, puedes
mostrarle cómo pasar todos los objetos de uno a otro.
4.
Apilar
2 ó 3 piezas.
Quizás observes que intenta colocar su cochecito
sobre la muñeca. ¡O un potito sobre el otro! Empieza su interés por apilar, es
un paso más en su evolución cerebral. Y esto tendrá repercusiones observables
en la evolución de su lenguaje y capacidad comunicativa. A los 18 meses puede
hacer torres de 3 piezas y a los 24meses de 6-8 piezas.
5.
Faro.
Este juego consiste en una base de madera donde hay
colocado un palo en posición vertical. Se acompaña de aros (donuts) que hay que
insertar en el palo. Generalmente los aros son de distinto tamaño y color. No
nos preocupemos si no lo insertan en el orden “normal” (abajo los más anchos y los
demás colocados en forma decreciente), esto no ocurrirá hasta años más tarde.
6.
Peinarse.
Notarás que cuando lo peinas quiere coger el peine y
hacerlo por él mismo. Permíteselo y dile que te peine a ti también, o a su
muñeca.
7.
Llevarse
tenedor a la boca.
Al principio puede que no tenga habilidad para
pinchar la comida, esto puedes hacerlo tú y ofrecérselo: verás cómo le encanta
ser exitoso en la tarea de llevárselo a la boca y morderlo. Te lo devolverá
vacío para que le sigas ayudando.
8.
Pasar
páginas.
Probablemente, desde antes de su primer cumpleaños
haya mostrado interés por pasar las páginas del libro que le lees. Lo hará de
tres en tres. Con la práctica irá puliendo su habilidad. Alrededor de los dos
años podrá pasarlas de una en una.
9.
Macarrones
en una botella.
Si le ofreces
macarrones (sin cocer) y una botella de plástico transparente, muéstrale
lo divertido que puede ser meterlas. Es importante que la botella sea
transparente, para que vea que los macarrones quedan dentro. Este juego trabaja
de forma muy fina su agarre en pinza y su capacidad para soltar.
10. Garabatos.
Si ves que le interesa cuando te ve a ti o a sus
hermanos, permítele coger un lápiz de color y garabatear sobre un papel. Mejor
si es un papel contínuo sobre la pared (primero aprendemos a pintar con el
“brazo entero”).
Entradas
relacionadas:
Montserrat Reyes
Probaremos el del faro porque parece divertido y no hemos tenido el placer de probarlo nunca, seguro que se lo pasan muy bien, gracias Montserrat!
ResponderEliminar