Leo, de casi 15 meses, ha empezado a colocar pequeños cubos unos encima de otros. No le resulta fácil, de hecho sólo consigue hacer torres de dos cubos, alguna vez de tres. Hasta hace poco no le interesaba mucho esta tarea, casi se dedicaba plenamente a vaciar y llenar objetos de las ollas o cajones.
Observando la forma de jugar de nuestro hijo podemos obtener pistas de su comprensión del espacio: relaciones espaciales entre los objetos, las dimensiones del espacio y de la gravedad. Las distintas formas del juego espacial siempre siguen el mismo orden de aparición en todos los niños.
Entre los 10 y 15 meses, los niños muestran una marcada predilección por llenar y vaciar recipientes (juego de continente y contenido). Con esta tarea empienzan a comprender que algunos objetos se pueden colocar dentro de otros (un cochecito dentro de un cajón) y otros no (no es posible hacerlo al revés). También perciben la relación que mantienen los objetos según su tamaño: quizás un coche más grande no cabe esta vez en el cajón. Así pues, que vacíen incansablemente los cajones con nuestra ropa bien ordenada tiene una gran importancia en el desarrollo cognitivo de nuestro hijos.
A partir de entonces entran en la etapa de apilar objetos. Una vez que han dominado la relajación prensil que les permite soltar un objeto justo en el lugar adecuado y de la forma más precisa posible, pueden dedicarse a construir torres. Al principio de esta etapa colocan objetos pequeños sobre objetos más grandes y más adelante apilarán objetos del mismo tamaño dificultanto, por tanto, la tarea. La práctica les permite perfeccionar tanto la técnica que a los dos años serán capeces de construir torres de 6 cubos.
Alrededor de los dos años empiezan a alinear piezas en el plano horizontal, ahora les gusta construir trenes. Antes de los 3 años incorporarán las dimensiones horizontales y verticales en sus juegos: serán capaces de construir un túnel para su tren.
Como ya hemos comentado, este tipo de juegos proporciona un entendimiento de las relaciones espaciales entre los objetos. Esto es obvio. Pero puede no estar tan clara la relación que existe entre estos juegos y la comprensión que nuestro hijo tiene del lenguaje. La comprensión de las preposiciones espaciales presupone una idea cognitiva del espacio que el niño adquiere moviéndose y jugando con objetos. En primer lugar se familiariza con el significado de la preposición "en" ya que a finales del primer año de vida entiende que un objeto puede estar dentro del otro (juego de continente y contenido). Si su madre le dice "la pelota está en el bolso", el niño buscará la pelota dentro del bolso (pasarán meses antes de que utilice esta palabra, sin embargo es capaz de comprender su significado). A partir del año y medio entenderá la palabra "encima de" debido a la comprensión de la verticalidad en el juego de apilar objetos. "Encima" se refierá al plano vertircal, es decir, arriba y abajo. Entre los 2 y los 3 años entenderá en primer lugar "debajo" y depués "detrás".
A Leo le gusta también imitar a su madre en las tareas de la casa. Cuando ella le dice que meta varios objetos de la compra dentro del armario, lo hace con diligencia y alegría. Uno por uno, va y viene, los coloca uno al lado del otro y al finalizar, cierra la puerta del armario, dirigiéndose de nuevo a su madre para que cuente con él en otra tarea.
Montserrat Reyes
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