La "asignatura" Psicomotricidad puede o no estar incluida en el currículo de cada colegio. En los públicos suele impartirse en Educación Infantil, y en los privados cada colegio es libre de incluirla. Aún así, esta palabra tiene significados confusos. La mayoría de los padres, profesores y escuelas la consideran un especie de educación física, donde se trabaja sobre el aspecto físico del niño, una manera de entrenar habilidades motoras. Algunos incluyen además aspectos relacionados con los sentidos, de manera que experimentan con sensaciones, principalmente musicales y táctiles. En estos casos la asignatura debería llamarse Motricidad.
Sin embargo, la nueva pedagogía nos muestra que en el aprendizaje, y por lo tanto en el desarrollo del niño no existe una separación entre lo físico y lo emocional. Y aquí se unen las dos partes de nuestro concepto: psico-motricidad. Es decir, aprendemos a raíz de lo que nos mueve emocionalmente , a través del cuerpo, en un ambiente social. Nosotras proponemos la implantación de esta actividad, trabajando las 4 dimensiones (física, emocional, cognitiva y social) en cada escuela. Esta denominada Psicomotricidad Educativa es algo que ya se ha instaurado en muchos colegios de Cataluña, Madrid y País Vasco.
André Lapierre y Bernard Aucouturier crearon esta pedagogía de lo corporal basada en su trabajo con niños. Sus bases son : aprendemos lo que vivenciamos y aprendemos lo que nos gusta. Por eso el punto de partida es el juego libre y espontáneo, el que nace del deseo. Así que, algunos pueden pensar apenas deber haber diferencia entre esta actividad y jugar en el parque.
Sin embargo hay muchas y muy significativas:
1. Contexto espacial con material bien definido: para juegos de seguridad profunda, de experimentación sensoriomotriz, simbólico, de reglas.
2. Contexto temporal con rituales: de entrada, de expresividad motriz, de representación y de salida.
3. Reglas de comportamiento: cuidar del material, de los demás y de nosotros mismos.
4. Presencia del psicomotricista, que está disponible sin juzgar ni culpabilizar.
5. Método de observación: como el niño se relación con los demás, con el espacio, con los materiales.
6. Propuesta de intervención: desde la observación desarrollamos una propuesta que apoye al niño en la consecución de sus potencialidades.
7. Comunicación fluida con los padres
8. Es deseable una comunicación con sus profesores, para intercambiar opiniones y puntos de vista desde otros contextos.
En este contexto cada niño juega de acuerdo con su propia forma de ver la vida y verse a sí mismo; observando su juego tenemos acceso a sus sentimientos (emocional), sus habilidades y destrezas (motor), sus conocimientos (cognitivo) y su forma de verse y relacionarse (social).
Cada vez se evidencian más casos de niños con bloqueos cognitivos, problemas de aprendizaje y comportamiento. Se observa en ellos carencias afectivas y alteraciones en el desarrollo psicomotor. La ausencia de la posibilidad de expresividad y experimentación a través del movimiento, limita al niño la elaboración de procesos mentales necesarios para el desarrollo global. El espacio de la sala de psicomotricidad y la metodología de intervención que se utiliza permiten al niño vivir sus experiencias desde el placer el movimiento al placer de pensar. La sala se convierte en un lugar preventivo de posibles problemas de aprendizaje, ya que es un ambiente donde se posibilita la comunicación, la creatividad y el acceso al pensamiento lógico.
Montserrat Reyes
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Bibliografía:
LAPIERRE, A. y AUCOUTURIER, B. (1983) Simbología del movimiento. Ed. Científico-Médica. ARNAIZ, P. et al. (2008) La psicomotricidad en la escuela: un práctica preventiva y educativa. Ed. Aljibe.