26 feb 2013

Placer sensoriomotor y aprendizaje

El crecimiento y el aprendizaje tienen que ver con el cerebro. Durante los primeros 6-7 años de vida el bebé/niño experimenta el mundo a través de su actividad motora y de las sensaciones vividas en su relación con los objetos y con los demás: estimulación visual, auditiva, táctil, olfativa, gustativa , propioceptiva (conciencia de su posición y movimiento) y vestibular (equilibrio y gravedad). Si los procesos sensomotores (sensaciones y actividad motriz) están bien integrados en el cerebro durante los primeros años de vida, el niño estará más capacitado para aprender destrezas mentales y sociales. Es decir, el aprendizaje escolar (matemáticas, escritura, comprensión de la lectura, habilidades sociales...) se sustenta en los procesos de movimiento y estimulación sensorial vividos antes de los 6-7 años.

Crecer consiste en adaptarse al medio donde vivimos. Cuando recibimos una o varias sensaciones el cerebro las organiza para elaborar una respuesta adaptada a la situación. Por ejemplo, cuando aprendemos a montar en bici, hay que integrar una gran cantidad de sensaciones (el sentido de la gravedad sobre nuestro cuerpo, el equilibro que se pierde, la visión de un obstáculo que queremos evitar...) y al principio nos resulta bastante complicado. Pero aún así, al día siguiente volvemos al placer de intentar dominar esa actividad que nos resulta todavía difícil. El ser humano está diseñado para disfrutar de las cosas que promueven nuestro desarrollo, el desarrollo de nuestro cerebro.

Dentro de todo niño existe un impulso natural a experimentar situaciones que le desafíen. Estas promueven en su cerebro una respuesta adaptada al momento, después de integrar todos esos estímulos recibidos. Esto es un reto y un aprendizaje. Lo que le da placer al niño estimula sus conexiones neuronales, su aprendizaje, su crecimiento. Sólo observemos a nuestro hijo y sabremos qué estimula su desarrollo: que lo alcen y lo hagan girar en el aire (alrededor de los ocho meses), sacar y meter cosas de un cajón (alrededor del año),  correr (alrededor de los 18 meses) trepar, esconderse, hacer torres, derribarlas... El placer que siente es la pista que nos dice qué es lo que más conviene a su crecimiento. 

A medida que el niño crece las respuestas mentales y sociales van tomando el relevo a las actividades motrices y sensitivas. Sin embargo, este desarrollo cognitivo y social se sustenta en una suficiente y amplia experimentación con su cuerpo y con las sensaciones que recibe del medio. Permitir en el niño un disfrute de su cuerpo, su movimiento y la experimentación con los objetos sustenta las bases para el éxito en el aprendizaje escolar. 


Fuente: La integración sensorial en los niños (A. Jean Ayres)

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Montserrat Reyes

7 comentarios:

  1. Siempre me parece super interesante todo lo que publicas. Gracias. Besos

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  2. Gracias por el post. Es claro y conciso. A moverse!!!

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  3. Gracias a las dos por vuestros comentarios. Un abrazo.
    Montse Reyes

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  4. Todo lo referente a adaptar de mejor manera a nuestros hijos sobretodo en un mundo tan paradójico como este me parece genial, sin duda el papel que juega la familia es fundamental en aquel desarrollo. La estimulación temprana, sobretodo el amor y muchas veces la paciencia de ponerse en el lugar de un chiquito que está descubriendo el mundo, es una tarea que a nadie le enseñan y es nueva para cada uno de los que tienen la gran labor de criar.
    Excelente sitio, muchos Saludos
    Joaquín.

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    1. Cierto Joaquín, los padres tenemos que aprender la importancia de ponernos en lugar de los bebés y niños para que estos crezcan de forma sana. Creo que muchos padres no son conscientes (ni tienen tiempo) de la importancia de cómo nos relacionamos con ellos para su adecuado desarrollo.
      Un saludo, Joaquín.
      Montserrat Reyes

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  5. Me quedo con la clave del placer en el estímulo para el aprendizaje. Una vez más, el disfrute es la gran pista a seguir.
    Muchas gracias por este nuevo post.
    Abrazos!

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    1. Gracias Canela! Disfrutar, reir... el placer está en nuestro programa de desarrollo. Lo que les hace felices favorece el crecimiento de nuestros hijos. Encantada de leerte de nuevo.
      Besos, Montserrat Reyes

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