15 abr 2012

¿Es demasiado tarde?

Los embarazos serenos, felices, conectados, dan lugar a hijos más felices, serenos, conectados... La ansiedad afecta al feto en el vientre materno y tiene consecuencias... ¿Es demasiado tarde para tener un hijo feliz si tuvimos ansiedad en el embarazo, si no nos cuidamos lo suficiente, si seguimos trabajando como si nada hubiera cambiado en nuestra vida, sin tomar conciencia de nuestro embarazo, ignorando lo que crecía en nuestro interior? ¿Es demasiado tarde para esos bebés?

El parto es fundamental para el niño... ¿Es demasiado tarde si el parto fue mal, si acabó en forceps, ventosa, cesárea, si nos separaron de nuestro bebé... Es demasiado tarde?

Los dos primeros años del niño son fundamentales para la formación de su carácter, también lo es haber tenido una figura de apego presente en su vida, haber sido amados, respetados, cuidados conscientemente desde el primer momento... Pero, ¿es demasiado tarde si los dos primeros años de nuestro hijo no fueron así, si sufrimos depresión post parto, si tuvimos que volver a trabajar muy pronto y desconectamos de él, si...?

Los miedos inconscientes de la madre pasan al bebé, los "mama", los vive... ¿Es demasiado tarde para él si no hemos hecho terapia, si la hemos hecho pero aún tenemos una montaña de cosas por resolver, si su nacimiento nos tocó una tecla que no sabemos volver a afinar?

Ahora sabemos mucho sobre la vida del bebé. Y del feto. Sabemos que perciben, sienten, modelan su cerebro a partir de sus experiencias desde el minuto cero. Se ha superado la idea de que son incompletos, incapaces de sentir o percibir lo que ocurre a su alrededor. Se pensaba (y en consecuencia se actuaba) que los niños empezaban a ser personas y a aprender a partir de los 2, 3, 4 años. Cuando un niño tenía problemas, el problema era del niño, nadie se sentía responsable de lo que le pasaba, nadie miraba atrás en su historia para comprenderlo.

Hemos superado eso. Sin embargo esta nueva y maravillosa información, que nos hace conscientes de nuestra influencia en la vida de nuestros hijos, corre el peligro de teñir nuestra vida de culpa. El afán de vida inmaculada, pura, perfecta desde el origen, y sobre todo la culpabilidad consiguiente cuando no se consigue (o sea...) nos conecta con una maternidad siempre en falta, porque siempre podríamos haberlo hecho mejor. Nos conduce a preguntarnos, a veces con mucho dolor: ¿es demasiado tarde para mi hijo si sus o nuestras circunstancias no han sido buenas?

Pues no, no es demasiado tarde. Los hijos están afinados como diapasones con nuestra frecuencia, y los cambios que se producen en nosotros se reflejan automáticamente en ellos. Se den cuando se den estos cambios. Las dificultades atravesadas en cualquier momento de su desarrollo son puertas abiertas a la maduración, y todo trauma se convierte, cuando lo encaramos, en la posibilidad de entender algo esencial, de convertirnos en personas más fuertes y seguras. Sirve para nosotros y para ellos.

Así que como están afinados con nosotros, hemos de cambiar la pregunta "¿es demasiado tarde para ellos?" por... "¿es demasiado tarde para mí?". Y buscar nuestro bienestar, independientemente de lo que haya ocurrido hasta el momento. Renunciar a que el pasado empañe el presente. Y elegir, al menos por un momento, relajarnos y sentirnos en paz, hacer cualquier cosa que nos conecte realmente con el placer. "Nunca es tarde para una infancia feliz". No recuerdo de quién era la frase, pero es aplicable a todos. A nuestros hijos, si sus circunstancias no fueron las mejores, y a nosotros. Juntos podemos construir, ahora mismo, una nueva infancia feliz.  

Lidia García-Fresneda

6 comentarios:

  1. Gracias, de nuevo, por este post tan interesante. Es cierto que, como madres nos informamos y queremos hacerlo todo lo mejor posible para nuestros hijos. A veces, leemos alguna información que nos llega tarde y no podemos evitar ese sentimiento de culpa. Es necesario quitárnoslo del pensamiento cuanto antes y recordar que siempre estamos a tiempo.

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  2. Gracias a vosotras por vuestros comentarios! Es verdad que la culpa es una de las emociones que más nos bloquea, en pequeñas y en grandes cosas, solemos perder más tiempo de la cuenta con ella...

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  3. Pásate por
    http://lacasitademiguelmanantiales.blogspot.com.es/2012/05/premio-liebster-blog.html
    donde La Casita de Miguel te ha dejado un regalo.
    Un abrazo

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  4. Gracias por este mensaje. Yo también empecé tarde pero llegué y se nota la diferencia.

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  5. Gracias por tu mensaje, somos muchos los que sentimos que empezamos "tarde"... ¡Nuestros hijos son grandes estimulantes del crecimiento! No hay nada como tomar conciencia para ponerse en camino y, como dices, llegar.

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