¡Mira, mamá, mírame! Los niños
buscan la mirada de los padres, necesitan saber, desde muy pequeños, si ellos
aprueban su comportamiento, valoran sus logros y cómo les ven.
En los Grupos de Juego para padres y bebés (Málaga) jugamos con la vista. ¿Por qué es tan importante cómo miramos a nuestro hijo? ¿Qué comunica la mirada de una madre y de un padre?
Un "sí" con la mirada
Hagamos un
experimento: sentémonos junto a nuestro bebé o nuestro hijo pequeño
mientras juega, sin intervenir. Simplemente
mantengámonos a su lado. Observémoslo a él y a nosotros mismos. ¿Qué transmite
nuestra mirada espontánea? ¿Inquietud, alegría, aprobación, desaprobación?
Respecto a nuestro hijo... ¿podemos percibir algún cambio en su comportamiento
simplemente por estar nosotros allí, observándolo? Permitámonos ensayar las diferentes
miradas (aprobación, reprobación, alegría, fastidio) y tomemos nota de sus
efectos.
Imitamos nuestros gestos
La imitación
es instintiva en el bebé, y ponernos frente a él a imitarlo (o ser
imitados), una fuente de placer para ambos. Con los niños más mayores (de más de dos o tres años)podemos
jugar expresamente a imitar, uno frente a otro, gestos. Cada vez
propone uno. Imitar gestos estimula la necesaria empatía que nos permite
entender qué le pasa al otro y vivir en comunidad.
Adivina cómo me siento
Tapamos el
resto de la cara con un pañuelo, dejando los ojos al descubierto, y los niños
deben averiguar si estamos contentos, tristes, enfadados sólo mirando nuestros ojos. Cuando el niño da su veredicto,
destapamos la cara. (Para jugar con niños mayores de tres años).
Conectar con nosotros
Desde que
nacen los niños buscan conectar su mirada con la de un adulto. Nos miran insistentemente, y si encuentran eco, otra
mirada, su deseo de seguir ahí prendidos hace que vayan desarrollando cada vez
más capacidad para mantener su mirada y atención. En este mundo de atenciones
dispersas buscamos objetos, imágenes que favorezcan una atención sostenida sin
darnos cuenta de que tenemos lo más estimulante en la cara. Mirarnos a los ojos
el mayor tiempo posible, con o sin palabras, favorece todos los procesos
relacionados con la atención. (Desde que nacen).
Lidia García Fresneda
Texto original: serpadres.es
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Me ha gustado mucho el artículo porque nos ayuda a mejorar el estímulo de los niños, gracias
ResponderEliminarMe alegra que te guste... Sin duda los padres llevamos incorporados de serie los mejores estímulos para el bebé: nuestra mirada, nuestra voz, nuestras manos... son el mejor estímulo del mundo.
EliminarLidia